Ant-Man & The Wasp, Una Bienvenida Distracción De Infinity War
- Red Noreste

- 7 jul 2018
- 3 Min. de lectura

Recuerdas cuando el único problema de un héroe era evitar problemas con la ley? Nada de Thanos. Nada de “fin del mundo.” Las historias vienen en todo tipo de tamaños y formas, y Marvel Studios finalmente reconoce que no TODAS las películas de superhéroes tienen que enfocarse en“salvar al mundo.”
Ant-Man and The Wasp no tiene tanto estilo como Guardianas de la Galaxia, o incluso el feeling de Thor: Ragnarok, pero Peyton Reed, el director de la original y de esta secuela, utiliza el humor de Ant-Man, lo duplica y le agrega energía a CADA escena de acción. Es un poco más larga que su predecesora, pero se siente con mayor sentido, y eso no lo logra cualquier secuela.
Primero lo primero. Antes de empezar con la reseña, si esperas que Ant-Man and The Wasp resuelvan TODAS tus dudas (que son muchas) sobre Infinity War, te tengo que decir que vayas bajando tus expectativas. Sin espoilear nada, tienes que saber que esta secuela toma lugar 2 años después de Capitán América: Civil War, con nuestro diminuto héroe Scott Lang (Paul Rudd) en arresto domiciliario por ayudar al Cap en Alemania.
Pero ¡ojo! Eso no quiere decir que esta secuela se haya divorciado de TODO lo que está pasando en el MCU; aunque la película florece con una historia nueva y refrescante, es claro que los descubrimientos revelados tendrán un rol integral en Avengers 4 y más allá. (Y tengo que decirles que la escena pos-créditos no es un extra, es el final de la película, así que espérense).
La primer película de Ant-Man introdujo a Scott Lang, Hank Pym (Michael Douglas) y su hija, Hope van Dyne (Evangeline Lilly). Ant-Man and the Wasp empieza 2 años después de Civil War e introduce a la mamá de Hope, Janet van Dyne (Michelle Pfeiffer), quien ha vivido atrapada en el “reino cuántico” por 30 años.
¿Janet sigue viva? ¿Cómo podrían rescatarla? Esta película introduce términos pseudo-científicos que llegan a ser poco entendibles en algún momento. De hecho la misma película está al tanto de ello, pues en algún punto Scott pregunta: “¿acaso le ponen “cuántico” a todo para que suene mejor?”. ¡Excelente pregunta!
Ant-Man and the Wasp introduce nuevos villanos; el Fantasma de Hannah Johm-Kamen, quien persigue a los personajes principales para robar su laboratorio y Sonny Burch (Walton Goggins), un vendedor del mercado negro que quiere apoderarse de la tecnología cuántica.
Pero quien brilla en esta película no es Michael Douglas, ni Paul Rudd, sino Hope van Dyne, la Avispa. Hope es, incluso, una mejor Ant-Man que el mismo Ant-Man, quien, con habilidad y confianza, no sólo tiene fregonas escenas de acción, sino que prácticamente salva a todos una y otra vez.
Aunque se aleja de la fórmula tradicional del MCU, Ant-man and the Wasp funciona, no sólo como entretenimiento, sino también como alivio después de tanto suspenso gracias a Infinity War.
La primer película de Ant-Man es muy ligera, tanto en trama, como en tono, y las secuela es igual. No reinventa su género, pero sabe cómo entretener. Después de tanto riesgo y lágrimas en Infinity War, esta secuela trae un bienvenido alivio, sin olvidarse de los sucesos que están a punto de llegar.
Es ligera, divertida, original, creativa y medio tonta. Tiene escenas de acción sorprendentes y una heroína fregona. Es una buena distracción… y puede ser importante para el futuro.





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